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jueves, 19 de enero de 2012

EL HIJO PRODIGO DE LA PARABOLA /EN EL SIGLO 21/

 



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El Hijo pródigo del siglo 21





EL “HIJO PRODIGO” 
DEL SIGLO 21
DE LA PARABOLA O REALIDAD
(San Lucas Cap. 15)


“EL HIJO PRÓDIGO”Pródigos somos todos, cada uno de nosotros deberemos saber que antes de venir a este mundo, la tierra, a formar parte de la humanidad, ya existíamos como seres o vidas espirituales en el Reino de Dios. Y por ser salidos y creados por Él, fuimos hechos a su imagen y semejanza. (Génesis 1,27)

Por ese motivo gozábamos en todo de su presencia. Todo lo del Padre era también de sus hijos (nosotros).
Pero por ser creados con voluntad propia, hemos decidido apartarnos de su voluntad para hacer la nuestra.
Cuantas cosas habrá ocurrido en el reino del espíritu, que no lo podremos comprender desde aquí.

Pero su Palabra nos habla en nuestro lenguaje para que la podamos entender. Nos enseña con sencillas parábolas, (como un cuen­to)
Pero para los que nos atrevemos, interpretaremos que todos somos protagonista de ellas (las parábolas), como la aquí analizada: el "HIJO PRÓDIGO".

Como hijo pródigo hemos abandonado a nuestro Padre Creador y nuestra verdadera casa. Salimos de ese reino para hacer nuestra voluntad con la herencia que a cada uno nos correspondía, que como espíritus salidos de Dios contábamos con las riquezas, virtudes que son propias del espíritu, que posee antes de encarnar en el cuerpo humano que nos limita.

Por tanto, esa herencia que había­mos recibido de nuestro Padre como seres espirituales individuales, al independizarnos, para entrar en el mundo humano, se terminó.

Quizás ya habíamos pecado en su Reino, en el espíritu, lo que habrá motivado para apartarnos de Dios nuestro Padre. Escondernos de Él para elegir hacer nuestra voluntad. Aquí, en donde no estaremos controlados.(Génesis 3,8)
Pero de todas maneras no podemos dejar de ser vistos por Dios. - “¿Quién podrá esconderse de mi vista? “Lejos o cerca, allí yo estoy” ( )

Y la Parábola enseña que lejos de nuestro Padre, nos falta su alimento espiritual, empezamos a tener hambre, hambre de Dios, y el hambre nos hace sufrir estamos “en tierras extrañas", lejos de su protec­ción. (Luc­as 15,13)
Cuando ya no podemos hacer nada por nuestros medios en las dificultades que se nos presenta en la vida, clamamos a Dios: -"¿Don­de estás, que te necesito?"

Quien cree en Él, recibe la gracia solicitada, en la medida de su fe.
Jesús dijo a muchos: "Tu fe te ha salvado", también: "Que se haga (tu pedido) según tu fe" -"Tu fe te ha sanado". Siempre se refiere a la fe depositada en Jesús- Dios.


EN ESTA PARABOLANos sigue enseñando como una enternecedora historia, que Dios nuestro Padre, no ha dejado de amarnos, inclusive se intensifica su amor por nosotros, porque nos espera y seguirá esperando con los brazos abiertos esperando que decidamos volver a Él, su reino, nuestra casa, dice, sin echarnos en cara nuestros pecados, Y "El se alegrará con nuestro regreso, y hará gran fiesta cuando volvamos". (Lu­cas 15,22)

Qué hermosa historia de una novela o cuento, parecería, pero no es así, es una realidad del espíritu. Es necesario repetir lo que Jesús dijo: “Las cosas que yo les digo son verdades, pero verdades espirituales y dan vida” (s. Juan 6,63)

VOLVER A LA CASA DEL PADRE
Volver a Dios significa, abandonar el estilo de vida según nuestra voluntad y volvernos a Él, para vivir de acuerdo a su voluntad. Porque alguna vez, cuando estemos preparados deberemos volver al Reino de Dios (que es espiritual) nuestra verdadera casa.

Esto significa que debe haber un cambio en nuestras vidas, de pensar y actuar.
Dice S. Pablo: "Es necesario que se arrepientan y cambien de actitud" (Hechos 3,19), Así hizo el personaje hijo pródigo de la parábola, se arrepintió de haber dejado la casa de su Padre en donde todo tenía, y volvió arrepentido.

EN ESTE MUNDO VIVIMOS SIN EL AMOR DE NUESTRO PADRE
En las tierras extrañas esta­mos lejos de la Casa de Dios, por la falta de su alimento espiritual, el Amor. Vivimos en permanentes conflictos, guerras, divisiones y toda clase de desarmonía, padecemos del hambre de su Amor y Paz.
Si miramos desde un punto muy alto (con pena digo) podremos ver al mundo en conflicto, desequilibrio general, y desde ahí quizás nos atrevamos a cuestionar: "¿Por que Dios abando­nó a su mundo, a sus hijos?"

Pero es a la inversa, somos nosotros quienes abandonamos a Dios por nuestra voluntad, decidimos vivir sin su amor aquí entre nosotros, la falta de comprensión, de perdón, de caridad, solidaridad, Si no hay paz en el corazón individual, no puede haber en la sociedad, en el mundo, eso es lo que ahora mismo observamos.

Nos enseña a través de esta parábola que si nos arrepentimos y volvemos a Él, no nos echará en cara nuestros pecados.
Nos recibirá con un abrazo y se dirá en el Reino del cielo: "Preparen una fiesta porque este mi hijo que se ha perdido ha vuelto a mí".- (Lucas 15,24).-

Amigo lector,


Dios ha puesto este medio para que podamos comunicarnos entre todos los habitantes del mundo, si le fue de utilidad este material u otros de esta página copie y comunique a sus seres queridos, y amigos. Nuestro deber es expandir la Palabra de Dios a los “cuatro vientos”.-
COMENTARIOLos acontecimientos de la vida, que nos toca experimentar, siempre son medios que nos impul­san para analizar, de indagar la existen­cia de Dios, y si nos gusta, podemos con­frontar con su Palabra escrita y su relación, para así verificar que ella es verdadera, y que los aconteci­mientos que experimentamos tienen una explicación en una auténtica fuente, la verdad espiritual, que emana de Dios mismo.

Porque la única vida es la del espíritu, y es eterna. Si lo que escri­bo, lo puedo hacer, no es de mi propia sabiduría, todos y cada uno somos o debemos ser, solo instru­mento de Dios, para servir a los demás con las capacidades que El mismo nos da. AMÉN.-