Era el 24 de diciembre, en una esquina de la casa estaba la chocita, dentro, el Niño Jesús de barro bien pintado parecía un niño de verdad. Un caminito por fuera, también animalitos rodeando la casita como deseando ver al Niño Jesús en el pesebre.
Los pastores y los tres magos que vienen a visitar al recién
nacido, El nacimiento del Niño
Todo esto es recordando al Niño Jesús, quien
cuando grande, en Él estaría presente el mismo Dios Padre para hablar al mundo,
y dejar su mensaje.
En la casa se
seguía acomodando los muebles para recibir a los invitados. Ya daban las 10:00
horas de la noche, y la algarabía de los parientes reunidos, los niños
corriendo por los corredores jugando, el pavo en el horno y el fuego de la parrilla dorando las demás
carnes emitiendo sus característicos olores sabrosos. Las bebidas de todos los gustos no faltaban, había mucha diversión, todas las familias reunidas con
alegría.
Al lado del la choza del pesebre un arbolito grande, de
Navidad y al pie los regalos que se distribuirían entre los presentes, padres a
hijos, y nietos, y demás familiares.
A las 11:00 horas de la noche cada uno empezaban a retirar
sus platos favoritos de comida.
Llegada las 12:00 horas de la noche en la TV anunciaba la
medianoche, y se abrazaban, deseándose felicidad unos a otros. Luego era el
momento de distribuirse los regalos, aquellos que estaban al pie
del Arbolito adornado con guirnalda de luces multicolores y otros adornos
propios de la Navidad.
Pero el niño Jesús, se despierta de su sueño como niño de
barro. Y como pinocho, también quiso ser humano y hablar.
Se sentó en su pesebre con colchón de paja, que es para la
comida de los animales, y muy asombrado por el bullicio que había, dijo: “¿Qué
es lo que pasa aquí?”. “¿Qué están festejando?”, ¡Aaaaaah! Ya entiendo, es por
mi cumpleaños. “Y ¿Por qué todos se saludan, se felicitan y se hacen regalo? ¿Y
yo?” “¿Quien se ha acordado de mí?”, “¿Acaso no soy yo el de cumpleaños”? por
lo menos para cantarme un villancico. “Los animalitos vienen a visitarme y
ustedes, qué?”.
“Porque a
la verdad, yo no soy, o no estoy en ese muñequito de barro.
Ustedes los humanos, deben ser el pesebre en donde debo
nacer, un nuevo Jesús a quien deberán adorarle.”
“Pero saben, en verdad, en verdad, que si
quieren adorar al Niño Jesús, deberían hacerlo, allí en donde estoy, quizás,
estoy acostado a la vera del camino, con hambre y sin ropa, quizás me hayan
asaltado y me han despojado de todo y estoy herido y sangrando. Y muchos han
pasado carca mío, y yo escuché: “Está sangrando y herido, ¡vamos que venga otro
y se encargue de él!, Y los que pasaban en coche dijeron lo mismo: “se va a
ensuciar el tapizado del coche con sangre, ya vendrá otros quien le va a
ayudar”.
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En la Biblia está escrito: “Busca a Dios” pero también dice:
“Si quieres encontrarte con Dios no lo busques lejos, Él saldrá a tu encuentro”,
Si alguien se te acerca y te pide pan, no lo niegues, puede ser un ángel de
Dios en él que se te acerca para probarte.
Este Artículo lo escribí ahora 27- Nov. 2012, cambié la fecha de publicación para que aparezca en esta posición.
Juan
Carlos Bordón