La Palabra de
Dios en la Biblia nos habla de un "Libro de la Vida", relaciona ese "Libro" a Dios mismo.
(Apocalipsis 3,5)
Pero porque Dios habita en la vida de
cada uno de los seres vivientes del mundo y de todos los mundos habitados que
pudieran existir, ese "Libro de la Vida" lo llevamos cada uno, porque
Dios está en todos, y todos estamos en Dios, y su Espíritu está en lo más
profundo de nuestra conciencia.
Aunque muchos hechos vividos ya
no lo recordamos, está guardado allí en
la memoria del subconsciente.
La referencia de que somos templo vivo
de Dios y del Espíritu Santo, se encuentra en:
(1Corintios 3,16-17)
Otra definición bíblica es, que en Dios
vivimos, nos movemos y existimos. (Hechos 17,28)
Mientras estamos en este mundo, las
capacidades de nuestro espíritu están limitadas por nuestra humanidad.
Como explica San Pablo, somos como una
semilla. No podemos saber la vida que hay dentro de cada semilla, por eso dice,
que es necesario que la semilla muera, y de ella salga como broto la nueva
vida.(1Co. 15:35-36) (1Co 15,52)
Entonces al morir nuestro cuerpo, nos
encontramos en el mundo espiritual frente a Dios y con el Libro de nuestros
hechos a la luz: "Todo saldrá al
descubierto (Hebreos 4,12-13) - Y cada uno será juzgado de acuerdo a sus obras,
según lo que está escrito en "el Libro". (Apocalipsis 20,12)
Respecto a "las obras", hay
muchas, que hacemos y que según nuestra opinión es correcta pero si se trata de
otra persona que está relacionada a "esa obra", puede que ella opine
de manera opuesta, y una tercera persona puede opinar igual o en favor de una
de las dos o diferente a las dos. Esta es la razón por la cual Jesús dejó
instrucción para que nadie juzgue a nadie.
"No juzguen ustedes a nadie para que Dios no les juzgue a
ustedes" (Mateo 7,1) //No juzguen
nada antes de tiempo...el Señor sacará en su momento a la luz todo lo que está en la oscuridad. (1Cor.
4,5)//
También dice
Jesús en el Ev. De S. Mateo “No juzguen ni condenen, porque con la misma
vara, serán juzgados y condenados. Ustedes juzgan por la apariencia Yo Juzgo
por la verdad”. (Juan 7,24….) (Mateo 22,16)
En la otra vida los "libros"
de cada uno estarán totalmente al descubierto y se podrá observar las
verdaderas intenciones de las obras
de cada uno. Y
es por esas intenciones que seremos juzgados. Por eso Dios, Dice: "no por las apariencias"
(S.Juan.7,24)
Pero tenemos una
promesa, de Dios mismo, "que podemos ser salvados por la gracia, la ley del perdón por la fe"
(Efes. 1,7-2,5-2,8-)
Por lo que ya pasó debemos orar a Dios
Padre que nos perdone en consideración
por el sacrificio que Cristo Jesús realizó, precisamente para ser redimidos de
nuestros pecados. Debemos orar sin descanso por el perdón de nuestros pecados,
para que sean borrados nuestros malos hechos del "Libro de la Vida",
para que no tengamos que ser juzgados, ni por Dios ni por las almas de las
personas ofendidas en la tierra.
Pero algunos
dirán: “Es muy
cómodo ser salvado de nuestros pecados por el sacrificio de Jesucristo,
¿Por qué esa persona que hizo daño va a ser salvada simplemente por creer en la
ley del perdón?”.
Podría hasta
observarse como una injusticia por parte de Dios mismo.
Tiene razón esa
persona que así pensare, por eso en la misma Biblia la palabra de Dios,
presenta las dos opciones, la del juicio
individual.
En donde ni
siquiera Dios se va a presentar sentado en un trono como juez ante quien
debemos estar presentes para que nos dicte sentencia. Porque aún así mismo
podemos nosotros, con debilidad de espíritu inferior, criticarle a Dios, “¿Por
qué a ese le castiga menos y a mí más? etc. Etc.
Por esa situación
Dios presenta, que cada uno llevamos escrito en nuestro libro de la memoria
espiritual: (que es la vida que permanece) todos nuestros hechos realizados en
la tierra, por eso,
Es mejor amontonar en nuestro
"Libro de la Vida" en donde Dios todo lo ve, obras de amor, para
poder cosechar los frutos de ese amor.
Pero si actuamos sin misericordia en
perjuicio del prójimo, y no lo reconocemos como una falta, después de la muerte
física todo quedará al descubierto y unos frente al otro en el espíritu.
Si fue revelado Por Cristo, en siglos
cercanos al presente, para que se rece un "Rosario" con el cual se
pide por el perdón de nuestros pecados y del "mundo entero"
obviamente será porque es necesario hacerlo.
(Muchos creen y
otros no).
Estudiemos
"San Lucas 5,17-24"
Le trajeron a Jesús a un paralítico
para que lo sane. "Jesús dijo al paralítico: Tus pecados te son
perdonados. Pero los maestros de la ley y los fariseos pensaban ¿Quién es este
que se atreve a decir palabras ofensivas contra Dios? (¡Blasfemia dice!) ¿Quien
puede perdonar pecados, sino solo Dios? (Lucas 5,21).
Sabiendo Jesús, sus pensamientos les
dijo: "Por qué piensan así"(5,22)
-Y sanó al
paralítico para demostrarles que Jesús "el Hijo del Hombre" tiene
autoridad en la tierra para perdonar pecados" (5,24)
¿Qué conclusión sacamos de
este pasaje bíblico?
Que solo Dios
perdona los pecados. Si es merecedor para eso.
Y que es
necesario el perdón para ser sanado el cuerpo físico.
Que Dios estaba
en el Hijo perdonando y sanando.
Porque
dijo: "Lo que yo hago y digo no es de Mí sino de mi Padre que está en
Mí" ( Juan 10,38)
Por eso Jesús nos dice que es necesario perdonarnos unos a
otros las ofensas, para que seamos perdonados por Dios. (Marcos
11,25).
Es necesario "trabajar" aquí,
para que nuestro "Libro de la Vida" en Dios, esté de acuerdo a su
voluntad porque nosotros mismos vamos a ver ese "libro" de nuestros
hechos, en su presencia, lo veremos todo en un instante, en un "abrir y
cerrar de ojos" y ya no habrá posibilidad de excusarnos. - Ese es el
diario de nuestra vida, pero porque está en el espíritu no lo podemos ver con
los ojos del cuerpo, está para nosotros, en la "oscuridad" repito la
cita: (1Co. 4,5)
Escrito 7-abril-2004
Revisado
en agosto 2012.-
Juan Carlos Bordón